Clasificando los atributos de Dios

Resumen: Clasificando los atributos de Dios explica un poco de como diferentes grupos y teólogos han clasificado y dividido los atributos de Dios, y una reflexiones sobre este tema por David Cox.

Clasificando los atributos de Dios

Clasificando los atributos de Dios
Por Pastor David Cox

Resumen: Clasificando los atributos de Dios explica un poco de como diferentes grupos y teólogos han clasificado y dividido los atributos de Dios, y una reflexiones sobre este tema por David Cox.

Los atributos de Dios describen su esencia. Diferentes puntos de vista teológicos tratan este asunto diferente. Normalmente, los atributos son divididos por pares: negativos contra positivos, naturales contra morales, absolutos contra relativos, inmanentes contra enmantes, intransitivos contra transitivos, quiescentes contra operativos, antitéticos contra sintéticos, y incomunicativos contra comunicativos (atributos intelectuales, morales, y de la voluntad). Ninguna clasificación de los atributos es mandataria, y debemos entender que es imposible de clasificar Dios en casi cualquier forma que uno quiere hacerlo. Dios por definición es más allá que nuestro poder de concebirle, más supremo de nosotros, etcétera, entonces de no poder tratar con definición exacta y detalles es normal.




La unidad de los atributos, y la diversidad de los atributos

Tenemos que entender que es parte del proceso humano de analizar algo de separarlo en sus respectivas partes, estudiando cada parte individualmente, pero con Dios, el esfuerzo de hacer esto falla. Es como el biólogo cuando estudia la célula por sus partes y sus relaciones entre sí, destruyes la célula si vas separando cada parte y componente de la célula. Llega a ser una descomposición de la célula, y el ser deja de existir con vida. En estudiar a Dios, no podamos ser tan intrusos sin destruir parte de la esencia de Dios (su voluntad por ejemplo). O sea, si Dios perdiera uno de sus atributos porque le separamos esto para estudiarlo bien, deja de ser Dios tan como es ahora. Dios no es la suma de sus atributos, porque la esencia de Dios es mucho más allá de nuestra habilidad de comprenderle. Aunque examinamos y meditamos sobre un aspecto u otro de Dios, siempre tenemos que tener en cuenta que un atributo de Dios es una parte que funciona en una unidad total. Ni Dios es compuesto, ni hay elementos menores que van en conjunto de hacerse “un dios”. Todos son importantes y esenciales porque se definen a lo que Dios es. Podamos estudiar a un cuerpo humano, pero una persona es la totalidad de sus sistemas, posesiones, y atributos que le dan existencia como un ser humano. Los atributos de Dios no tienen vida y expresión afuera de la persona de “Dios”, y aunque podamos hablar sobre un atributo solo, es siempre con esta idea de que el concepto de tal atributo se destruye si lo sacas de los demás y de la personalidad de Dios. Entonces estudiamos en una forma menor (como el biólogo que nunca diseca la célula, sino observa desde afuera).

Otro ejemplo es que muchos quieren ver los atributos de Dios como un ojo, una nariz, etc. Separados de su Santo Ser (su persona), los atributos solos no son Dios. Solamente llevando su relación entre sí en el conjunto para formarse “persona”, se puede decir que has captado la verdad que presentan las partes. Este en sí es el atributo de simplicidad, de que Dios no es compuesto de partes, sino es una pureza que tiene que ser tomado en el conjunto de su totalidad.

A veces personas se confundan las declaraciones del amor de Dios con la ira de Dios. Los dos son igualmente atributos de Dios en un balance perfecto que pocos pueden comprender. Es nuestra falta de entender estas relaciones igual que estos atributos de la persona de Dios que es el problema, y no hay problema ninguno en Dios en manejar los dos igualmente, sino en nuestro entender.

A veces parece que unos autores presentan que Dios es 10% tal atributo, y 90% otro atributo. Los dos se ponen en contra el uno del otro. Los atributos describen el todo del ser de Dios, y debe tomarlo como una manifestación de la persona de Dios, y aunque vemos 10% ó 100% de ello, es en perfecta armonía y balance con los demás atributos que compongan su persona. Nosotros podemos tener un buen balance de atributos, pero un joven en el salón hacia su maestra es 100% enojada y furia, con sus compañeras en un deporte, puede ser 50% empujón y bruta y 50% agradable, y con su novia puede ser 100% dulce y miel. Es la misma persona pero se revela diferente dependiendo en la situación y con cual persona, si estudiamos tal persona viendo nada más partes del entero de su vida y personalidad, no se forma un buen entendimiento de la persona. Tal vez hay miles de atributos que no vemos nunca con Dios.




Entonces es válido de estudiar los atributos o la esencia de Dios uno por uno, pero siempre entendiendo que Dios es algo más que la suma de sus partes. No se descompone a Dios, porque Dios no es compuesto, sino Dios es una persona con sus atributos. Los atributos de esencia (lo que es) se mezclan con atributos de habilidad (lo que puede hacer), y con atributos de su persona (cómo es). En una forma, todos son manifestaciones iguales de la persona de Dios.

Los padres de la Iglesia.

Los judíos llamaron los atributos de Dios los nomina dei, o “nombres de Dios”. Los griegos los llamaron “virtudes” (1Pe. 2:9). Los padres de la Iglesia hablaron sobre los atributos de Dios usando los términos de propiedades, “lo que pertenece a Dios”, dignidades, razones, virtudes, o morales. Entonces nada más de esta observación, tenemos que contender con diferentes formas de describir a Dios y conocer a Dios, que son válidas en sí, pero se hacen el asunto complicado.




Los atributos negativos y afirmativos.

Esta división es basada en las diferentes formas en cómo adquirimos conocimiento del atributo, unos por una forma negativa, y otros por una forma positiva. Los negativos son los en que quitamos de Dios imperfecciones que podamos observar y entender sobre otras cosas de la creación. Por ejemplo, adscribimos a Dios infinidad, independencia, eternidad, porque vemos el opuesto de esto en la creación, y discernimos falla en ellos en cuanto el Ser Supremo. Igualmente en los atributos positivos como la santidad, justicia, y sabiduría, vemos honor y nobleza que debe existir en el Ser Supremo. El problema principal con estas distinciones es que no existe la división actualmente en Dios (declarado directamente en las Escrituras) sino es una imperfección en nuestro punto de vista. Hay el pensar que no se vale de definir a Dios por nosotros, porque Dios no proviene de nosotros sino nosotros de Él. Depositan estas personas que todos los atributos y naturaleza de Dios son o deben ser positivos, nada negativo. El pecado se considera por el pecado del hombre y de los demonios, no porque en Dios hay pecado. Este pensamiento es válido a un punto. Pero en el momento que existe pecado, Dios toma una disposición hacia ello, y se separa su Ser del pecado. Entonces vemos razón con decir que Dios es santo, y no hay corrupción en Él. La santidad de Dios existía antes que hubo creación, pero se tomó forma más específica en contra de lo común y en contra del pecado cuando entró estos en la existencia. A la vez tenemos que insistir en que Dios no cambia, y siempre se queda en un mismo estado. La manifestación de este atributo de santidad no vino al frente cuando no hubo creación, y existía solamente Dios el Padre, Dios el Hijo, y Dios el Espíritu Santo, pero entrando la creación y luego el pecado, llegó a ser muy al frente y visto.

Los atributos incomunicables y comunicables.

Esto coincide materialmente con lo anterior en que las calidades negativas de Dios son contrastes entre el divino Ser y Sus criaturas, unos solamente para Dios, y otros que se pueden compartir con sus criaturas, y otros que solamente una criatura puede tener. El punto aquí es de separar los atributos divinos de base que si se puede comunicar el atributo de Dios a las criaturas.

Los atributos morales y físicos (naturales).

Unos teólogos quieren dividir los atributos de Dios en algo relacionado con su carácter moral, y los demás con su naturaleza (como un espíritu). Pero otra vez vemos falla en esto porque los atributos morales son igualmente parte de su naturaleza, y no se puede separarlos lógicamente. Aquí son paralelos con los incomunicables y comunicables atributos.

Moralidad tiene que ver también con poder. La justicia no es justicia si condena lo malo (como la prensa) pero no se puede defender al inocente ni castigar el malvado. Principios morales no tienen existencia afuera de fuerzas, habilidades, o poderes. El amor no existe si no tiene la habilidad de expresarse entre quien que ama con quien que es amado. De declarar el amor entre ellos sin tener evidencia (poder de efectuar algo actual para demostrar el amor), no exige el amor. Entonces Dios es un perfecto balance entre poderes y moralidad, como tiene que ser.

Los atributos quiescentes y operativos. (Activos y pasivos)

Esta división separa los atributos en como concebimos de Dios en su esencia (carácter) o en su operación (actividad). Los atributos activos son los que se envuelve en una acción, y los quiescentes son los que implican inactividad y descanso. La omnipotencia, la justicia, y la bondad son activos, e la inmensidad, la eternidad, etcétera, son pasivos.

Usando esta forma de dividirlos puede causar equivocaciones porque realmente no se puede considerar que Dios sea pasivo. El punto de confusión aquí es que Dios en su esencia es actualidad (intensa actividad), y entonces esta actividad se define como su pura Esencia (Ser). Los pasivos son realmente el carácter de Dios, y los activos son como se demuestran. Infinidad e inmensidad son el carácter de Dios que se ve claramente en omnipotencia, sabiduría, y santidad. O sea, son relacionados de tal forma que no se puede separarles uno del otro como diferente en forma.

Pohle divide los atributos en lo de su ser (esencia) y lo de su operación. Dice, “Todo ser puede ser reducido en parte a cinco categorías trascendentales, esto es, ens, unum, verum, bonum, pulchrum; y en parte a 10 predicados: sustancia, calidad, cuantidad, relación, lugar, tiempo, postura, habilidad, acción, y pasión.” (página 179).

Ens – Esta palabra latina significa dos conceptos en uno, la existencia (existere) y la esencia (esse, essentia). La esencia de Dios es en su aseidad (auto-existencia).

(Partes de esta sección son tomadas del libro de Joseph Pohle – “God, His Knowability, Essence, and Attributes” 1911).

Los Luteranos

Los luteranos han divido sus atributos en 2 tipos: (1) los quiescentes (negativos) los que no tienen efecto en el mundo (unidad, simplicidad, inmutabilidad, infinito, omnipresente, eternidad, etcétera). (2) los operativos (positivos) los atributos que operan en y sobre el mundo (vida, ciencia, sabiduría, voluntad, santidad, justicia, veraz, poder, bondad, misericordia, amor, gracia, longanimidad, paciencia, etcétera). Martín Lutero enfatizó que Dios es amor, y que será imposible de conocer a Dios aparte de Cristo, la expresión del amor de Dios y revelación máxima de Dios.

Los Armineos-Wesleyanos

Los armineos-wesleyanos los han dividido en tres grupos: (1) los atributos absolutos – son los que pertenecen solamente a Dios aparte de su obra creativa (espiritualidad, infinito, eternidad, inmensidad, inmutabilidad, perfección). (2) los atributos relativos son los que salen de su relación como Creador a sus criaturas y creación, y requieren la existencia de la creación para perfeccionarse (omnipresencia, omnipotencia, omnisciencia, sabiduría, bondad). (3) los atributos morales son los que tocan la relación correcta entre Dios y los seres morales bajo su gobierno (santidad, amor, justicia, rectitud, verdad, gracia).

El Metodista Thomas Oden

Metodista Thomas Oden (quien es lo mismo de armineos-wesleyano) nos han dado 4 divisiones: (1) los atributos primarios son los que pertenecen a la esencia de Dios aparte de su obra creativa (aseidad, independencia, necesidad, unidad, simplicidad, inmensidad, eternidad, incomparablemente vivo). (2) los atributos relacionales son los que salen de su relación con su creación (omnipresencia, omnisciencia, omnipotencia, presciencia, precognición, sabiduría). (3) los atributos interpersonales son los que surgen de analogías personales e interpersonales entre Dios y su comunicación con los seres humanos, siendo recipientes de la revelación de la persona de Dios (el divino ser, su agencia personal), quien experimenta todo, quien que tiene congruencia en sentir, sensibilidad, emotividad, afección, espiritualidad, invisibilidad (no se puede dividirse), libertad, voluntad. (4) los atributos morales – son los que surgen como necesidad de la relación personal con agentes morales quienes pueden hacer actividad moral que sea buena (pureza moral, santidad, rectitud, justicia, benevolencia, integridad, congruencia, veracidad, fidelidad, persistencia, amor, gracia, misericordia, longanimidad) o mala.

Los Reformados

Los reformados tienen básicamente dos grupos: (1) los atributos incomunicables son los que no tiene en común con sus criaturas. (2) los comunicables son los que sus criaturas morales pueden y deben tener (aun en una forma menos que Dios tiene). A. A. Hodge dice que todos los atributos comunicables de Dios son presentes en el hombre pero en una forma diferente que está en Dios. Dios es infinito en tiempo y espacio, pero los humanos son finitos y locales. Dios es omnisciente, todo sabio, y omnipotente, y los seres humanos tienen ciencia, algo de sabiduría, y unas habilidades. Tenemos algo de estos atributos de Dios, pero en una forma menor que Dios los tiene. Hay dos listas de atributos que son para mencionar (abajo), una de Louis Berkhof, y de Millard Ericsson.

Los reformados por lo general quieren orientar todo su conocimiento de Dios alrededor de un solo punto, y esto es el calvinismo. Según esta vista de las cosas, Dios se ve principalmente como el Dios de la redención, quien sujeta todas las cosas a su propósito de salvar a los perdidos. Pero los reformados y calvinistas enfatizan más “la soberanearía de Dios y el decreto eterno por lo cual rechaza una porción de la raza” poniendo mucha énfasis en la perdición de la mayoría que la salvación de unos. (Revere Franklin Weidner – “Doctrine of God” (Fleming H. Revell Company: Chicago, 1902) página 28.

El Reformado: Louis Berkhof

Lista de Louis Berkhof: (1) los atributos incomunicables son su existencia independiente de todo lo demás, su inmutabilidad, es infinito, eterno, perfecto, inmensidad, unidad. (2) los atributos comunicables son espiritualidad, bondad, benevolencia, amor, gracia, misericordia, longanimidad, santidad, justicia, sus atributos de su soberanía (voluntad y poder).

El Reformado: Millard Erickson

Lista de Millard Erickson: (1) los atributos incomunicables son espiritualidad, personalidad, vida (existencia independiente en sí), infinito, inmensidad y omnipresencia, en relación a tiempo, omnisciencia-sabiduría, omnipotencia, constancia-inmutable. (2) los atributos comunicables son pureza moral (santidad, rectitud, justicia, integridad, genuino, veracidad, fidelidad, amor, benevolencia, gracia, misericordia, persistencia).

La división por comunicables y no comunicables.

A la verdad, de primera vista, la división de comunicables y no comunicables parece ser una división muy buena, pero no la es. La razón porque esta no es una buena manera de dividir los atributos de Dios es porque en ninguna forma se puede comunicar un atributo (la esencia de ello) de Dios al hombre para que el hombre tenga esta esencia igual como en Dios. Hablamos de la santidad. Dios es santo, y debemos ser santos. O Dios es perfecto, y debemos ser perfectos. Pero la perfección y santidad de Dios nunca va a aparece en forma igual en el hombre. De ser menor será corrupción del atributo, y esto no es una buena forma de presentarlo o pensarlo.

Vamos al otro lado, de los atributos incomunicables. Dios es eterno, y siempre ha existido en el pasado, y siempre existirá en el futuro. El hombre puede obtener la vida eterna de Dios, pero nunca vamos a existir para siempre en el pasado, nada más en el futuro. No podemos ser omnipresente, omnipotente, ni omnisciente. Pero en una forma, la presencia, la fuerza de hacer cosas, y la consciencia y el conocimiento son formas más reducidas de lo que encontramos en Dios. Entonces la división entre estos atributos falla, y no es un buen criterio para dividir y estudiarlos. El problema aquí es de entender que tenemos una falla en que no podemos ser santo como Dios, ni perfecto como Dios, pero el esfuerzo y la realidad de ser santo y perfecto son directamente la voluntad de Dios y Dios nos manda a ser estos. Entonces, la comunicación del atributo es siempre incompleta (concepto no muy agrado en pensar que Dios no puede hacer algo completo), pero en las Escrituras vemos que estos conceptos son exactamente completos tal como Dios quiere hacerlo.

Entonces tenemos que entender esta división de los atributos de ser que somos algo cómo Dios es, pero “no exactamente como Dios es” (otra vez tropezamos sobre las palabras, porque la Biblia nos enseña de ser exactamente como es Dios). Tendríamos que llegar a ser dioses, y si fuera posible (no lo es), la aseidad de Dios dice que nadie le da a Dios lo que le hace Dios, entonces fallamos por todos modos.

Pero entendemos que Dios tiene atributos, y hablan de cómo es Dios, y atributos de la moralidad que Dios quiere que nosotros tomemos para nosotros mismos.


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